mafiu\escritos

viernes, julio 13, 2007

Día de playa

Se sentó a la orilla del mar, sus pies disfrutaban de la arena. A su alrededor no había nadie. La temporada de playa había terminado. Se imaginaba que al crecer todo sería distinto: ya no podría disfrutar del viento, del mar, de ese espacio de libertad. Sus pies ya estaban repletos de arena. Su padre le decía que se los limpiara, pero su madre le cerraba un ojo y le tiraba mas arena. A lo lejos veía como un barco repleto de gente se dirigía rumbo al sol. Pero a su alrededor no hay nadie, solo ella y sus recuerdos de infancia.

¡Todos deben conocerla!

El gran día ha llegado. Este día tengo que vestir como nunca antes, para ello la Señora Anita me ha confeccionado un traje enteramente hecho de seda. Sin embargo, aún le quedan algunos detalles, por lo que ella retocará el vestido mientras yo me quedo inmóvil. A la vez que arregla el vestido, comienza a comentarme sobre la boda de su hija. Me cuenta que la iglesia era majestuosa, que su vestido era largo y blanco, que había muchos invitados… Sigue hablando y yo creo escucharla, pero en el techo de la habitación se podía ver una mancha negra que cubría gran parte de esta. Esa mancha era bella, tenía algo extraño, se vería muy bien en mi alcoba, si le agregara un par de colores sería perfecta. Mi cabeza no paraba de moverse dándole la razón a Doña Anita. A esa altura ya pensaba en llevar mi obsesión por el mundo y exhibirla en cuanto museo exista, ¡todos deben conocerla!. Decido olvidarme por unos minutos de la gran mancha y concéntrame en la boda de la hija de Doña Anita, pero mientras lo hago, los ajustes a mi traje ya han terminado. Me dirijo a la puerta y miro por última vez al cielo, retengo en mí ser tan majestuoso hallazgo y doy un paso dentro del gran salón. El gran día ha llegado. El día en que mi padre será el centro de la fiesta, el día en que su muerte será plasmada en la memoria de todos.

Expresso


Pablito abrió la puerta, y sintió como el frío penetraba en sus huesos. Se quedó quieto por unos segundos, como queriendo no salir. Recordó la prueba coeficiente dos de Biología y se decidió a dar el primer paso fuera de casa. Apenas comenzó a caminar, recordó cómo su madre le preparaba un tazón de leche caliente, cada vez que su cuerpo lo necesitaba. Casi por instinto comenzó a correr, las calles se habían congelado. Pablito comenzó a resbalar, un escalofrió recorrió su cuerpo. Vio como el suelo se acercaba a su rostro. El choque era inminente. De pronto un sonido lejano le hizo olvidar su terrible destino. Su cuerpo golpeó el pavimento, pero Pablito no sintió dolor alguno. Aquel ruido lo perturbaba, necesitaba saber de dónde venía. Cerró sus ojos, agudizó sus sentidos; consiguiendo al fin la dirección exacta de aquella sonoridad. Se puso de pie y corrió hasta la matriz de su perturbación. Se abrieron las puertas y el conductor le dio los “buenos días”. Pablito caminó hasta un asiento y reposó en él aliviado, sabiendo que en cinco minutos más estaría en su pupitre, listo para la prueba de Biología.

Goce eterno


Su pelo vuela junto al viento. Es una sensación de libertad muy extraña. Cada minuto que pasa, el goce es mayor. Sus ojos permanecen en todo instante cerrados. Sus colegas miran atónitos la escena, como queriendo disfrutar lo mismo. Caminan a su alrededor e intentan contagiarse de sus sensaciones. Intentan concentrar su atención en algo más, pero es inevitable. De vez en cuando el viento se aleja y las miradas también. Es en ese instante cuando ella mira a su alrededor y ve que todo está como siempre: gente leyendo, mirando el piso, conversando... Al ver esta escena, nuevamente cierra sus ojos y se entrega al placer desconocido. Repite una y otra vez la acción, intentando profundizar cada vez más en ella. El viento repentinamente se tornó más cálido. Su pelo comenzó a decaer. Sus pares se agitaron más de la cuenta, hasta atropellarla con la mirada. En ese instante, por los altavoces se escucho una voz que dijo: “Estación Terminal La Cisterna, todos los pasajeros deben descender del tren”.

Líneas mágicas


Se nos indico que debíamos concentrar nuestros esfuerzos en las proporciones del dibujo. El modelo era sugerente, tenía diversas cualidades que hacían difícil su reproducción. Se nos indicaba uno a uno las deficiencias de nuestros bocetos y se nos animaba a seguir. Su belleza era majestuosa: tez blanca, labios enrojecidos, ojos de miel. Mi mano moldeaba cada una de sus formas con total dedicación. Nuestros rostros se cruzaban de vez en cuando, pero el temor a ser descubiertos nos espantaba. En momentos olvidaba la técnica y experimentaba con su rostro. Me sentía a su lado, pero la distancia era evidente. Ya sólo quedaban los retoques finales y el profesor se acercó a mi puesto. Detuvo todo proceso creativo y llamo la atención del resto de la clase exhibiendo mi pieza maestra. En ella no existía modelo alguno sino mi cómplice, el reflejo de mis ojos: la hermosa muchacha que se ubicaba enfrente mió.

Aquel día


Ya sólo faltaban 2 minutos para la hora fijada. Nacha bajó los ojos, Josefina abrió la boca como para decir algo y la señora Margarita se mordió los labios. Pablo, en cambio, agarró a su mujer por los hombros y la sacudió con fuerza. La tensión aumentó súbitamente. Pablo soltó a su mujer y observó a su alrededor cómo todos los presentes lo miraban en busca de una explicación. Josefina sin previo aviso, caminó de un extremo a otro en busca de un vaso de vino. Mientras Nacha se acercaba a la esposa de Pablo, consintiéndola y predicándole que todo estaba bien. Luego del vaso de vino, Josefina comenzó a beber, uno tras otro, cada licor que encontró. Llegando a tambalear de un lado a otro de la sala. La Señora Margarita no soporto la escena, se acerco y la increpo, diciéndole que así no resultaría. Inesperadamente la reja sonó, ahora la tensión se concentró en aquel sonido. Los presentes tomaron posición. El ambiente se enrareció. Se escucharon pasos acercarse a la puerta principal. Esta se abrió. Pablo tomo su arma y disparó.

miércoles, abril 04, 2007

La Proeza



Veinteavo piso. Caída libre. El viento sopla. Las imágenes llegan a mi cabeza. Mi madre, y su amor incondicional; mi perro "stgo" y su ternura. Mi padre, que pensaría si estuviera vivo y pudiera ver como su hijo se convierte en el primer hombre en volar solo con su cuerpo.

jueves, marzo 29, 2007

¿


k se consigue con todo esto. En este día ya hace 21 año... se vivio un hecho de violencia extrema.... dos jovenes mueren a manos de carabineros; en plena dictadura - notese "dictadura"- y hoy 29 de marzo del 2007 se conmemora esto con más "VIOLENCIA"¿
Me parece una total estupides...se reclamaba por el trato que se tuvo con ellos....y hoy se maltrata a otros seres humanos por k si¿ de k sirve la violencia¿




k verguenza!!!!!!!!!!!!!!!! vayanse a la mierda encapuchaos kuliaos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


a la mierdda con los comunistas, derechistas, centristas, fpmr, punk, nazis y todo los grupos o personas que se niegan a mirar hacia adelante y q ademas utilizan la violencia para manifestarse!!!!!!!!!!!!!!



a la chucha!! | mafiu





 
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